(Para Sara, pasajera de mi vientre)
Primero se quedó vacía la habitación
del fondo,
quedó tan sólo, un sutil aroma de jazmines.
Después la otra,
con sus posters en la pared y
la cama hecha, por si acaso
un día...aún viene.
Yo me quedé con la conciencia tranquila
y un sordo vacío en las entrañas.
Pero en mis sueños aún hay niños que
me atan las piernas y me doblan
las rodillas.
En mis sueños
aún hay niños que me eligen a mí.
Primero se quedó vacía la habitación
del fondo,
quedó tan sólo, un sutil aroma de jazmines.
Después la otra,
con sus posters en la pared y
la cama hecha, por si acaso
un día...aún viene.
Yo me quedé con la conciencia tranquila
y un sordo vacío en las entrañas.
Pero en mis sueños aún hay niños que
me atan las piernas y me doblan
las rodillas.
En mis sueños
aún hay niños que me eligen a mí.
Muy bonito, Mila. Feliz día de la madre.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias Alberto. Tiempo sin saber de ti.....
ResponderEliminarQue bello es ser madre, Mila. Precioso poema.
ResponderEliminarAna Añón
Muchas gracias Ana...tú lo sabes bien...!
ResponderEliminarPrecioso, Mila.
ResponderEliminarAla! Que bonito mamá, sabes que yo siempre te elegiría a ti. Te quiero. Muaaaaa
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