El bailarín Nacho Duato y los compositores Sergio Caballero y Pedro Alcalde decidieron crear una pieza que se acercase a la muerte desde la sencillez y aparente ligereza del haiku. De ello nació Diecisiete, cuyo título hace referencia al número de sílabas de esta forma de poesía de Japón.
"La música no es en directo porque a la orquestación se le han añadido ruidos de lluvia, nieve, coches, pájaros, cigarras", explicó Pedro Alcalde. Caballero lo describió a su manera: "Herrumbre tenía una paleta sonora muy dura de golpes, cadenas, y en Diecisiete nos apetecía pasar a algo muy delicado, en donde se pudieran contar cosas sin tantas capas. Empieza con una música y termina con la misma. Es como una road movie, un viaje, en el que vas pasando por distintas cosas". Los compositores preguntaron a japoneses residentes en Barcelona qué significaba para ellos la nieve, y eligieron a algunos como narradores.
"No es igual trabajar sobre una música ya compuesta que hacerlo sobre una de encargo como ésta de Diecisiete, en la que trabajas paso a paso la coreografía mientras se compone, lo que te permite acortar o alargar, meter un nuevo ritmo...", comentó Duato. Los haikus pueden tener más de una frase pero sólo contienen una imagen poética que pretende decir algo sin decirlo. Por eso, el director quiso dejar claro que, pese a su duración, media hora, ha supuesto un gran trabajo condensar la esencia de los poemas: "A lo mejor hemos pasado horas y horas para conseguir tres segundos de nieve o voces en off de una señora chillando en japonés
Extraído de EL PAIS. (Elisa Silio)
La creatividad no tiene límites. Danza, música y poesía vienen a ser lo mismo... Un abrazo, querida mila.
ResponderEliminarOtro para ti Isabel.......
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