jueves, 3 de noviembre de 2011

Una fotografía de Julio Lemos para un poema del I Ching


La calma del estanque
sólo es rozada
por la neblina que desciende
de las altas montañas.

Me detengo por largas horas
a contemplar
los nenúfares abiertos al mediodía.

Toda la creación se oculta en ellos.
Puros, dóciles, perfectos.

Mila Villanueva.

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