domingo, 21 de marzo de 2010

Homenaje a Miguel Hernández. Un trabajo de Estel Juliá


La imagen ha sido cedida por Rosa María Blanco.


En el gran trabajo que Estel Juliá ha preparado para homenajear a Miguel Hernández, tuve la suerte de participar, traduciendo y recitando la prosa poética de Sergio Oiarzábal: "Apología de la Iluminación",a la lengua gallega. Estel ha conjugado cuatro lenguas para conmemorar este acto como un tributo más al gran poeta de Orihuela.
Os paso el poema de Sergio y la traducción:
Apología de iluminación

Siempre que pienso en él o recibo alguna carta suya, una mano felina entierra un corazón doble en un maniquí tras la tormenta, alguien yergue una espada de conchas a favor de su paso, y los niños vestidos de morado hallan un abecedario nuevo en la página 47. Como decía, me es imposible disociar su persona de aquellos quienes pudieron salvarle. El mes pasado, uno de esos terribles que comienzan por L, le encontré sembrando relojes y semen y estrellas tras las paredes del convento, más tarde le acompañé hasta casa, no me veía, y al cerrar la puerta se revistieron de espuma las hojas y el girar de los planetas, los corderos murieron de estallido y negrura, y alguna que otra princesa besaba ranas con las uñas pintadas de éter en un terciopelo lejano. Según las últimas declaraciones a prensa, goza de un brutal peso de tres atmósferas doradas sobre sus turbadores hombros, soportan sus manos de hormigueros y arena las brasas del octosílabo viejo, y prolonga más allá de los límites su melena indómita, ardiendo, un Universo de interiores mayestáticos que no podrá acabarse nunca, no al menos en las trincheras que una mar cósmica, embravecida, sortea ya innegable. Me dijeron después, en 1878, que en su pueblo le cerraban las puertas, que era escupido en mitad de la plaza, que ya nadie entendía su voz primorosa de altos vuelos; entonces lloré, se detuvieron las palabras. Lloré los puntos cardinales de los orígenes subterráneos y la pobreza, se detuvieron las palabras. No pude evitar que aquel llanto precipitase una riada nueva llevándose consigo el verde panegírico prado de mis ojos, se detuvieron las palabras, y todas, de todas las lenguas, acudieron volando a su alma, tierra mágica espejismo, dejando por un momento todos los libros en blanco, todas las bocas insomnes, para ser, ser en fin, solo ser, bienvenidas en el central ardor bajo sus congénitas cinco letras de espacio temporal sin fondo.

Sergio Oiarzabal

Traducción:
-
Apoloxía da Iluminación.

Sempre que penso nel ou recibo algunha carta súa, unha man felina enterra un corazón dobre nun manequín trala tormenta, alguén ergue unha espada de cónchegas a favor do seu paso e os nenos vestidos de morado achan un abecedario novo na páxina 47. Como dicía éme imposible disociar a súa persoa daqueles quen poideron salvarlle. O mes pasado, un deses terribeís que comezan por L, encontreille sementando reloxos, e seme, e estrelas, tralas paredes do convento. Mais tarde acompañeille ata casa, non víame e ao pechar a porta revestíronse de escuma as follas e ao xirar dos planetas, os años morreron de estallido e negrura e algunha que outra princesa bicaba ras coas unllas pintadas de éter nun veludo afastado. Segundo as últimas declaracions a prensa, goza dun brutal peso de tres atmósferas douradas sobre os seus turbadores ombros, soportan as súas mans de formigueiros e area as brasas do octissílabo vello e prolonga mais aló dos límites a súa melena indómita, ardiendo, un universo de interiores, maxestáticos que non poderá acabarse nunca, non polo menos nas trincheiras que un mar cósmico, embravecido, sortea xa innegábel. Dixéronme despois, en 1878, que na súa vila prechábanlle as portas, que era cuspido no medio da praza, que xa ninguén entendía a súa voz primorosa de altos voos; entón choréi, detiverónse as palabras. Choréi os puntos cardinais das orixes subterráneas e a pobreza, detiverònse as palabras. Non puiden evitar que aquel pranto precipitase unha enchenta nova levándose consigo o verde panexírico prado dos meus ollos, detiverónse as palabras, e todas, de todas as linguas, acudiron voando á súa alma, terra máxica, espellismo, deixando por un momento todos os libros en branco, todas as bocas insomnes, para ser, ser en fin, só ser, benvidas na central ardor baixo as súas conxénitas cinco letras de espazo temporal sen fondo.

Sergio
Oiarzabal
Más informaciíón:

Enhorabuena Estel y gracias por haberme tenido en cuenta en este trabajo.

1 comentario:

  1. Es una propuesta preciosa, Mila. Fascinante el texto y las ilustraciones parecen maravillosas. Un abrazo muy fuerte.

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