lunes, 31 de mayo de 2010

Recital de Haikus en la FNAC



En la tarde de ayer, presentadas por Juan Luis Bedins (Presidente de la Asociación literaria El Sueño del Búho) Susana Benet, Rosario Raro y yo misma, recitamos y debatimos sobre el Haiku japonés.
Las manos fue el tema que elegí para mi presentación que os transcribo, precedida por un haibun de Gloria de Frutos.

.....Cuando tus manos salen
amor hacia las mías
que me traen volando?...


ESCRITO A MANO.


Con la discreción de quien todo lo sabe, señalando el camino a los amantes con la brújula de sus dedos, investigan en los más íntimos salones de la piel, mientras susurran al oído aquellos deseos cumplidos que mueren en el regazo de la noche. La niebla es una cortina abierta por donde entra el alma de quien busca el encuentro. Ciertamente la mano tiene un corazón.


Crecen las manos en las distancias cortas, todo lo alcanzan, todo lo pueden por la experiencia del tacto que acerca y acaricia, soba, juega y respira por cada poro. La herida de las despedidas deja un rastro que identifica al ausente, mientras la silueta se evapora compitiendo con las miradas ajenas. Apenas la distancia dibuja un muro de tiempo entre los amantes, se tornan dimininutas en el vaivén del adiós. Las manos son un pañuelo agitado en la memoria.


Mano-herramienta sin la cual no se podría saciar el hambre, ni alzar la copa, ni medir los palmos de una tela. Sin las manos los gestos se reducen , el cuerpo calla y la comunicación se limita a una realidad sonora. Cuando las manos hablan el universo entero comparte el mismo lenguaje.


La historia de las manos se ha escrito con trabajo, manos laboriosas, rudas o sencillas, abriendo surcos en la tierra, construyendo bóvedas, cosechando el pan de cada día o arañando rocas en la playa. Toman del mar el intenso sabor de las mareas dejando su riqueza en la arena de vidas arriesgadas.


Manos artesanas tejiendo sueños cuando modelan mármol o arcilla, cuando imitan. inventan y provocan. manos artistas cuando dan color a los paisajes internos, descomponen la luz dando forma a la nada, llenan el pentagrama de acordes o dibujan con la llama de un cigarrillo en la pizarra de la noche. Escriben en un servilleta, en las paredes del metro, en los muros de la ciudad, en los cristales de las ventanas, en la camiseta del ser amado. en la arena del desierto, incluso escriben en el papel o en el teclado del ordenador.


Estrechar una mano significa compartir la energía de tu abrazo, mantener la tibieza de tu piel en otra piel, saludar es desear salud a quien se acerca, medir el pulso de otro pulso en el futuro marcado en cada línea, sólo hace falta aprender a leer en ellas.La huella digital no se guarda en un CD.

Gloria de Frutos.

Rasgan la niebla
mis manos al buscarte
por el camino.


En la distancia
que pequeñas tus manos
al despedirse.


Sobre las rocas
con sangre en la manos
los percebeiros.


Espuma blanca
parece el hilo en manos
de la encajera.

-
Pintan tus manos
en la blanca pared
sombras chinescas.


En el jardín
los niños en las manos
de Gulliver.


Cazando peces
las manos de la niña
en el estanque

Mila Villanueva.

Además de su birllante exposición Susana Benet leyó varios de sus haikus de los que transcribo uno de mis preferidos:
-
Humilde calle
como luces teniendo
el mar al fondo.

Y Rosario nos deleitó entre otras buenas lecturas, con su original composición de haikus y constelaciones.

Una cálida velada rematada por un interesante debate.

En la fotografía de izquierda a derecha: Rosario Raro, Mila Villanueva, Juan Luis Bedins y Susana Benet.

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