jueves, 6 de mayo de 2010

Un haibun en unidad con Todo.

Mientras en la cocina voy pelando las patatas, (manzanas de la tierra) como dicen los franceses), aunque más humildes, nunca fueron causa de tentación, ni tampoco de pleitos, (como las lentejas), un poco de tierra se introduce entre mis uñas. Y pienso en las manos que sembraron, y ls que recogieron y las que transportaron las patatas al supermercado y en las manos de la cajera (del supermercado) metiéndolas en una bolsa y en mi propias manos, aquí y ahora.
Y mientras crepita la sal, con el aecite en la sartén, reparo en mi delantal verde, (una amiga me lo trajo como recuerdo de Italia) y rememoro la sonrisa de la amiga. Tiene pintados unos spaguettis..Spaguettis! pienso, y dirijo una mirada a mi botecito de cristal con spaguettis de colorines, y pienso en las manos que tallaron el vidrio, en las manos que amasaron la pasta y en las manos que recogieron los huevos para mezclar con la pasta y en las manos que alimentaron a las gallinas que pusieron los huevos…
Una gaviota, despistada, traza círculos sobrevolando el patio, me mira, levanta el vuelo, la luz va cayendo sobre la mesa, sobre las patatas, sobre mis manos.....y entonces pienso...cómo puedo creer que estoy sola?

En la cocina
pelando patatas
comunión.

2 comentarios:

  1. Guauuuu!!!

    Me he quedado sin palabras.

    Un saludo.

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  2. Es bonito ver que esto del haibun se va extendiendo en nuestra lengua y con cosas cada vez más interesantes. Como ésta. Precioso.

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