El profesor Rodríguez Izquierdo, graduado en Lengua y Cultura japonesa por la Universidad Sophia de Tokyo desde l975 es profesor titular de Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla, donde también ha impartido cursos de haiku. Autor del libro: El haiku japonés. (Hiperión) y de las obras: "Un haiku en el arco iris" o "El estanque amanece" Recibió en 1996 el premio Noma de Traducción literaria y el Gobierno japonés le ha otorgado "la Orden del Sol Naciente" por su colaboración en dar a conocer la cultura japonesa.
"A zaga de tu huella" (título que rememora a San Juan de la Cruz)describe su paso por Tierra Santa. Poeta y peregrino a la vez, escribe como él mismo comenta " a vuela lápiz" desde los lugares que visita.
"Cuando Jesús nos enseñó el Padrenuestro, nos enseño también a huir de la profusión y abundancia de palabras." dice el profesor, y sus breves poemas nos descubren todo el sabor, el color, el aroma y la palabra trascendida que envuelve Tierra Santa.
Así por ejemplo escribe en el Monte Carmelo:
Cipreses mil
inundan tus jardines:
sueños cimeros.
En el Monte de las Bienaventuranzas:
Aún en la brisa
se te escucha: felices
los de alma limpia.
En Cafarnáum, en la casa de Simón:
¿Dónde tu suegra
Simón calentó el caldo
y sirvió la mesa?
En Tiberíades:
Lago, montañas, sol:
mi ventana es un cuadro
de enorme artista.
O en Petra:
Del ocre al ojo,
tierra tornasolándose
¡y hasta en azules!
En las ruinas de Masada:
Cuervitos negros
que os posáis en los muros:
Huid, ya no hay muertos.
En el Museo del Holocausto:
Muertos sin tumba;
sin casa, sin familia
y hasta sin nombre.
"A zaga de tu huella" (título que rememora a San Juan de la Cruz)describe su paso por Tierra Santa. Poeta y peregrino a la vez, escribe como él mismo comenta " a vuela lápiz" desde los lugares que visita.
"Cuando Jesús nos enseñó el Padrenuestro, nos enseño también a huir de la profusión y abundancia de palabras." dice el profesor, y sus breves poemas nos descubren todo el sabor, el color, el aroma y la palabra trascendida que envuelve Tierra Santa.
Así por ejemplo escribe en el Monte Carmelo:
Cipreses mil
inundan tus jardines:
sueños cimeros.
En el Monte de las Bienaventuranzas:
Aún en la brisa
se te escucha: felices
los de alma limpia.
En Cafarnáum, en la casa de Simón:
¿Dónde tu suegra
Simón calentó el caldo
y sirvió la mesa?
En Tiberíades:
Lago, montañas, sol:
mi ventana es un cuadro
de enorme artista.
O en Petra:
Del ocre al ojo,
tierra tornasolándose
¡y hasta en azules!
En las ruinas de Masada:
Cuervitos negros
que os posáis en los muros:
Huid, ya no hay muertos.
En el Museo del Holocausto:
Muertos sin tumba;
sin casa, sin familia
y hasta sin nombre.
apenas sé rezar
un Padrenuestro.
Y finalmente hace un recorrido en forma de "Via Crucis de haikus" de los que destaco dos que me conmovieron mucho.
Martillo y clavos:
tiende en la cruz tu cuerpo
ya, carpintero.
Cual buen judío
rezas, Señor, el Salmo
del abandono.
Prologado por Carlos Muñiz Romero ese libro nos abre a las puertas de la meditación en la belleza del haiku, en la vida de un maestro y en la historia del pueblo judío.
Toda una obra maestra en su gran sencillez.
Mis felicitaciones profesor.
un Padrenuestro.
Y finalmente hace un recorrido en forma de "Via Crucis de haikus" de los que destaco dos que me conmovieron mucho.
Martillo y clavos:
tiende en la cruz tu cuerpo
ya, carpintero.
Cual buen judío
rezas, Señor, el Salmo
del abandono.
Prologado por Carlos Muñiz Romero ese libro nos abre a las puertas de la meditación en la belleza del haiku, en la vida de un maestro y en la historia del pueblo judío.
Toda una obra maestra en su gran sencillez.
Mis felicitaciones profesor.
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