Ella vió la luz en un convento
quizá por eso se le quedaron grabadas
las vidrieras y rosetones de las iglesias.
Indómita, con sus toscas de manos
de lavandera
pinta mientras canta,, a la luz de las velas
o aprovechando las tormentas.
Suso obras tienen la fuerza de la naturaleza
con la que vive en constante comunión.
Ama los árboles, habla con las flores y
los insectos, que después pinta,
a veces con sus propias manos.
Sus pinturas son el verdín de los arroyos,
la sangre de vísceras de anímales
el residuo de las velas,
el lodo de los bosques umbríos.
Y sus cuadros parecen mirarnos,
inquieren con una fuerza salvaje
miles de preguntas.
Vestida de novia se perdió
por las calles de pueblo,
"estoy preparada"
--dijo
y se quedó en su mundo.
sentada a la sombra de una encina
y no volvió.
Sus Obras se exponen actualmente en el Musée Maillol.
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