viernes, 10 de abril de 2009

Soneto en Viernes Santo.



Blas de Otero siempre me ha impresioando por la fuerza de su palabra por el impacto que produce en el lector.

De su obra "Angel fieramente humano" he rescatado hoy este poema:

Luchando cuerpo a cuerpo con la muerte
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, etumbando,
ahoga en mi, en el vacío inerte.

Oh Dios! Si he de morir quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no se cuando
oirás mi voz. Oh Dios! Te estoy hablando
solo arañando sombras para verte.

Alzo la mano y tú me la cercenas.
Abro los ojos, me los sajas vivos.
Sed y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre, horror a manos llenas
Ser? y no ser? eternos, fugitivos
Ángel con grandes alas de cadenas!


Despues de un poema de Blas de Otero solo cabe el silencio.

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